Cinofobia: las personas que tienen miedo de los perros

16 enero, 2024 - Maria José Sánchez

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Los perros suelen ser animales que gustan prácticamente a todo el mundo. En general transmiten buenas vibraciones y se tienen por seres adorables, moviendo su cola de manera simpática y dando besos a unos y a otros, tanto a quienes les gustan las mascotas como a quienes no. Sin embargo, hay algunas personas que no reciben tan de buen grado esas maneras y atenciones tan propias de los canes y sienten auténtico pavor ante su mera presencia. A esta fobia tan específica se le denomina ‘cinofobia’. ¿La conocías?

Hay personas que sienten pavor ante la presencia de un perro (iStock).

Si tienes perro podría ser que alguna ocasión te hayas cruzado con alguien así, que ante la cercanía con tu fiel amigo cambia el rostro, se tensa y se aleja lo más que puede. De hecho, es seguro que en circunstancias como la que te describimos te haya llegado a decir que le dan miedo los peludines y llegan incluso a dar el porqué de esa fobia. “De pequeña me mordió uno”, “Una vez empezó un perro a ladrar con mucha fuerza y potencia y me generó temor”… ¿Te suenan algunas de estas frases?

Cuando te cruzas con personas que experimentan esa sensación es recomendable agarrar con fuerza al perro para transmitirles calma y seguridad. Lo más probablemente es que la persona que se sienta intimidada por tu animal de compañía cambie de dirección e incluso de acera, si se tercia, pero bueno. Todo lo que puedas hacer para facilitar la situación será bienvenido. Al final los canes suelen ser muy sensitivos y también llegan a percibir esos sentimientos contrarios a ellos de ese chico o chica con el que te encuentras por la calle y que presenta cinofobia.

Mucha fobias, como el caso de la cinofobia, surgen en la más tierna infancia (iStock).

En España, en torno a un 10% de los ciudadanos podría presentar ese miedo irracional hacia los perros. Así lo concluye un estudio llevado a cabo en la Universidad de Valencia por el psicólogo José Gil Martínez. La cifra es alta, la verdad, así que es más que probable que antes o después, si aún no te pasó, te topes de frente con algunos de quienes conforman ese 10% de la población española. No pasa nada. Calma y respeto siempre por ambas partes y todo irá sobre ruedas. Es imposible mandar en los sentimientos y las emociones así que lo importante es normalizar este tipo de encuentros.

La cinofobia, según los expertos, se manifiesta de manera sensorial. El pánico y el miedo se traducen en dificultad para respirar y sensación de ansiedad, temblores y ganas de salir corriendo. También tiene su traducción física: desorientación y falta de concentración, sudación en exceso, sequedad en la boca, dolor de barrica y molestias, jaquecas, tensión en los músculos, latido acelerado del corazón, aumentando de forma notable el ritmo cardiaco y el pulso… No está mal conocer estos aspectos para saber cómo actuar en ciertos momentos.

Los perros perciben las emociones que transmiten a las personas, esas sensaciones y las vibraciones… (iStock).

Quienes padezcan cinofobia y se pregunten si tiene tratamiento, la respuesta es sí, como prácticamente todas las fobias y miedos irracionales. Siempre hay un motivo, un origen que suele estar en la infancia y/o la adolescencia. Encontrar esa raíz permite focalizarse a la hora de superar el trauma. Es recomendable acudir a un profesional de la psicología para que pueda recomendar el mejor tratamiento a seguir. Poco a poco, con paso firme y las indicaciones adecuadas, es probable que ese miedo a los perros que experimentan algunas personas terminen por superarlo.

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