El amor que da un perro es uno de los más verdaderos que una persona pueda experimentar. Aunque para los amantes de los animales su compañía es de las mejores cosas que hay, tener uno supone una gran responsabilidad. Desde el primer día que nuestro peludo entra en casa también lo hacen los gastos que su mantenimiento supone.

El veterinario, su comida o los juguetes son algunas de las cosas que más pueden perjudicar a nuestro bolsillo, pero si se es organizado y se echa mano de la imaginación se pueden ahorrar unos cuantos euros todos los meses. Haz del ahorro un hábito y tu cartera lo notará, ¿cómo? Con unos sencillos trucos que te explicamos a continuación.

Puedes ahorrar cambiando vuestros hábitos (Istock)

Báñalo tú mismo en casa

Los salones de belleza perrunos son uno de los mayores placeres que puede experimentar nuestra mascota, pero también supone un gasto importante. El baño de tu casa puede convertirse en el mejor SPA si compras productos de calidad y aprendes a lavar tú mismo a tu peludito, por grande que sea. Además reforzaréis vuestros lazos en este momento tan intenso.

Fabrica sus propios juguetes

Los trapos o tu ropa vieja pueden servir para crear los mejores juguetes para tu mascota. Desde pelotas a muñecos, ¿necesitas inspiración? En este artículo te damos algunas ideas.

El pienso, mejor seco

La comida es otro de los mayores gastos cuando se tiene un perro. Cuando toca elegir el tipo de pienso que el animal va a consumir, el seco es más económico que el húmedo por varios motivos: dura más al no hacer falta que esté refrigerado y se puede comprar en grandes sacos que suelen ser más económicos que los de menor tamaño.

Fabrica tú mismo sus juguetes (Istock)

Aprovecha la comida

Aunque reutilizar la comida humana para los perros no es lo más adecuado -no siempre tiene todos los nutrientes que tu mascota necesita, y la forma en la que está cocinada puede ser perjudicial para el animal- si se cocina al vapor o hervida se puede aprovechar. Por ejemplo, un día que prepares pollo separa un trozo y hiérvelo, le encantará y es muy sano para él.

Los premios, mejor caseros

Sucede lo mismo que con la comida. Normalmente las ‘chuches’ perrunas suelen ser caras, así que si quieres gastar menos -y ya de paso, que tu mascota gane en salud- hazlos tú mismo con trozos de fruta como manzana (es buena para sus dientes) o pera.

El pienso, mejor seco. Cambia el gimnasio por los paseos con tu peludito (Istock)

Sácalo mucho a pasear

Si no tienes presupuesto para apuntarte al gimnasio siempre puedes crear una rutina con tu fiel amigo. Aprovecha vuestro paseo por el parque para hacer unos ejercicios de fuerza, os lo pasaréis en grande, tonificarás la figura y además tu perro estará de lo más feliz por poder pasar más tiempo contigo.

Valora tu relación con el veterinario

El cuidado medico de tu peludito es imprescindible, pero somos conscientes de que los veterinarios no son precisamente baratos. Una alternativa es que acudas a hospitales veterinarios universitarios de carácter público en donde los estudiantes, supervisados por los profesores, se encargarán del cuidado de tu mascota. Son notablemente más económicos y en su mayoría los servicios ofrecidos son muy útiles.

Como ves, para ahorrar sólo hace falta imaginación, tiempo y ganas, el cambio de perspectiva es fundamental.