Cada perro es un mundo, y al igual que las personas, cada uno tiene un carácter muy definido. Del mismo modo que muchos que son todo bondad, también hay otros que tienen más genio llegando a ser incluso agresivos dependiendo de la situación. Si en otro artículo hablábamos del síndrome del perro pequeño, que no es otra cosa que el temperamento fuerte de las razas más diminutas, aquí vamos a explicar cómo hacerle frente a un perro cuyo comportamiento es más violento de lo habitual.

Hay dos casos hipotéticos. Por un lado, que tu mascota sea agresiva contigo, y por otro, que te encuentres con un can agresivo por la calle. La pregunta es, ¿cómo reaccionar?

Tienes que dejarle claro que eres tú el que manda (Istock)
Tienes que dejarle claro que eres tú el que manda (Istock)

Cómo actuar ante un perro agresivo en casa

En primer lugar, en la educación de tu peludito mandas tú y solo tú. Desde que es un cachorro lo primero que tienes que hacer es mostrarle quien manda y no consentirle que haga todo lo que le venga en gana. La disciplina es crucial en estos casos.

Si tu peludito se ha comportado mal, tendrás que castigarlo y ser firme, porque sino no entenderá a qué se debe el problema. Pero ojo, tendrás que hacerlo justo en ese momento, ya que si lo haces más tarde no sabrá con exactitud a qué se debe tanta regañina.

Si intenta morder o ladra sin motivo aparente, sé firme con el castigo Tampoco le rías las gracias.

No permitas que ‘invada’ los espacios de la casa reservados para los humanos, tú eres su amo y él no tiene que ser el que establezca los límites.

No te pases con las recompensas.

La firmeza y la paciencia son fundamentales (Istock)
La firmeza y la paciencia son fundamentales (Istock)

Cómo actuar ante un perro agresivo en la calle

Si por el contrario, encuentras una situación similar con un animal que no es tuyo, la cosa se complica. Lo primero que debes hacer es mantener la calma y ser bastante cauteloso. No trates de salir corriendo porque en este caso el animal se asustará y lo más probable sea que te persiga.

La mirada es otro de los aspectos que debes controlar. No fijes la tuya con la suya porque en la mayoría de los casos consideran esta acción como un reto, de modo que su reacción puede ser más inesperada (y violenta) de lo que puedas esperar.

Tampoco trates de acariciarlo, y si estás de paseo con tu perro, no tenses su correa ni muestres ningún signo de pánico, el animal lo notará.

Un gesto que recomiendan los adiestradores es no abrir los puños porque lo más seguro es que el animal se acerque a olisquearte, si los tienes cerrados evitarás que te muerda los dedos.

Si la situación se complica, tu objetivo será entretenerlo con otra cosa para poder huir. ¿Cómo? Tirándole un juguete o comida. En el caso de que no tengas nada a mano tendrás que servirte de algo de lo que lleves encima. La clave es que seas rápido para escapar-