Parecidos razonables entre el ser humano y los peces 

13 junio, 2022 - Maria José Sánchez

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¿Sabías que las evidencias científicas demuestran que los hombres descienden de los peces? Esto se ha podido comprobar a través de fósiles que se han ido recogiendo y encontrando y si se atiende a las características de los seres humanos, hay ciertos rasgos y aspectos que se han heredado. De hecho, si uno se detiene y observa de manera detenida se comprueba que hay parecidos razonables entre el ser humano y los peces. ¿Quieres saber a qué nos referimos?

Los peces son animales que comparten ciertos rasgos con las personas (iStock).

Para empezar, los rasgos en su conjunto de las personas. El rostro, lo más visible. Dos ojos, una nariz, la boca y el surco nasolabial, la pequeña depresión que hay entre el labio superior y la nariz. 

Otra similitud está en relación a los ovarios de las mujeres y los testículos de los hombres. Los científicos señalan que la clave está en las gónadas de los tiburones, que se alojan en el pecho, tras el hígado. En los humanos estas están arriba pero necesitan ir descendiendo pues de ahí emergen esos ovarios y testículos que comentamos. 

Suma y sigue y en estos parecidos razonables está el hipo, ¿quién no ha experimentado hipo en alguna ocasión? Llega a resultar molesto y en ocasiones se complica el tema y es difícil de eliminar. Parece ser que el higo se genera por un espasmo del diafragma al que le sigue un cierre brusco de la glotis y eso hace que se emita ese sonido tan reconocible. El origen está en esas semblanzas y herencia en relación a sus antepasados acuáticos, a los peces, que activan la respiración desde el tronco cerebral a la garganta y branquias. En personas, una vez se arranca el hipo, se mantiene por un reflejo motor que se ha heredado de los antepasados anfibios. 

Las personas han heredado el hipo de su pasado y sus antecedentes acuáticos (iStock).

A nivel genético se puede ir más allá. Los peces cebra son el mejor ejemplo al respecto. Varias investigaciones llevadas a cabo en todo el mundo señalan que este es el que comparte mayores rasgos comunes a nivel genético con los humanos, hasta un 87% de la información genética total. Eso convierte a estas especies en la preferida de los laboratorios para la experimentación biotecnológica y para avanzar en relación a ciertos aspectos importantes para la salud y el desarrollo de las personas. El Hospital Infantil de Boston es una de las entidades que recurre a estos peces cebra, entre otras cosas, para descubrir la función que cumplen los genes humanos. En otros, para curar la anemia. 

Suma y sigue. Para terminar otro rasgos que comparten acuáticos y terrícolas, en relación al sueño, al descanso. La Universidad de Stanford, a través de un estudio publicado por la revista Nature, recoge que los peces duermen y que ‘enseñaron’ a los seres humanos a hacerlo hace 450 millones de años. Era entonces que se originaba esto que tan importante es para la vida de las personas, ese descanso, ese sueño. Los peces cebra que se citaban anteriormente presentan una actividad cerebral muy similar al sueño REM propio de los mamíferos. 

Se realizan investigaciones en entidades y centros científicos para conocer mejor los orígenes del ser humano (iStock).

¿Qué te parecen estos parecidos razonables entre los peces y las personas? Son muchos factores a tener en cuenta y aspectos similares que resultan cuanto menos curiosos, heredados de nuestros antepasados del reino animal. 

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