9 curiosidades de los ojos de gato que te sorprenderán

29 abril, 2019 - Maria Aguirre

Si hay algo que ha hecho de los gatos uno de los animales más atractivo e incluso místico, con numerosas leyendas construidas sobre su figura, ese detalle son sus ojos. De colores y formas bellas, mirada profunda, en muchas ocasiones intimidatoria, y con tendencia a clavarla en aquello a lo que miran, son su atributo más especial, con un sinfín de curiosidades que probablemente no conoces o que conocías en su versión errónea. Aquí te confesamos algunas de las que son verídicas:

En proporción con respecto a la cabeza y su cuerpo, los ojos de los gatos son los de mayor tamaño dentro de la fauna de los mamíferos. Esto les permite algunas ventajas como ver mejor en espacios con luz muy limitada, algo a lo que también ayuda su forma convexa.

Los ojos de los gatos emiten información genética simplemente con verlos aunque evidentemente tienes que tener conocimientos de biología para conocer qué es lo que te quiere decir el color de ojos del animal. Esto mismo ocurre con el tipo de pelaje corto, que es un gen recesivo, lo que supone que ambos padres deben haberlo portado.

Los gatos pueden dilatar la pupila de sus ojos en la oscuridad de forma exagerada, sobre todo si lo comparamos con los seres humanos. Este detalle también facilita que vean mejor en ambientes oscuros.

Son una herramienta de comunicación fundamental sus ojos. No es casualidad que su mirada intimide, es que eso es precisamente lo que buscan cuando se quedan mirando fijamente de manera amenazante. Pero también pueden transmitir mensajes opuestos, incluidos los que demuestran complicidad con sus dueños.

Los gatos ven mucho mejor en profundidad que lateralmente. Esto es algo común con los felinos, que suelen tener la capacidad de fijar muy bien la mirada en sus presas.

Es probable que un gato nazca con los ojos de distinto color. Este hecho recibe el nombre clínico de heterocromía.

Los gatos no necesitan lubricar sus ojos porque tienen una membrana interior a modo de tercer párpado que es la que se encarga de esta función, además de proteger el interior del globo ocular de posibles heridas producidas por arañazos o ataques similares.

Todos los gatos nacen con, al menos, un ojo azul y es cuando pasan unos meses cuando se va definiendo el color definitivo en cada individuo. Esto se produce porque el iris y la córnea maduran en vida, de manera que no será hasta el momento en el que adquiere el tono final cuando la mirada estará del todo agudizada.

Los gatos pueden ver a color. Esto, más que una curiosidad, es una aclaración ya que los perros no lo hacen, de manera que mucha gente cree que es igual en los gatos, que dominan bien la gama de lo verdes y azules.

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