Por mucha polémica que haya en torno al tema de los perros y su edad -y no, un año de persona no equivale a 7 del animal- estos animales, como todo ser vivo, envejecen y mueren. Nuestros amigos peludos son mascotas muy sensibles para los que las muestras de cariño resultan fundamentales llegando a ser tan importantes como la propia comida.

En la mayoría de los casos, los perros poseen un vínculo muy fuerte con su dueño, pues para ellos lo es todo, ¿o no habéis escuchado eso de que como la lealtad de un perro no hay ninguna? Exacto, el animal sólo quiere el bienestar de su amo en todos los sentidos, incluso en sus peores momentos.

Los perros son animales muy sensibles que siempre quieren el bienestar para su amo (Istock)

¿Por qué los perros se esconden para morir? Un interrogante que pasa por la mente de toda persona que tiene uno, y que sin embargo todavía no tiene una respuesta científica.
Las dos teorías que explican este tipo de comportamiento se centran en dos cuestiones, por un lado, la psicología del animal, y por otro, el amor que siente hacia su amo.

Rasgos psicológicos

Los perros domésticos, a pesar de estar bastante ‘humanizados’ mantienen intacto su instinto canino. Es por eso que los machos quieren marcar su territorio siempre que tienen ocasión, y los cachorros no pueden evitar morder todo lo que se les pone por delante. Cuando van a morir sucede lo mismo, el malestar que experimenta el animal en los momentos previos es una sensación nueva que le indica que las cosas no están en orden.

Como consecuencia el instinto de supervivencia -heredado de sus ancestros que vivían en manada- le indica que ante una situación así lo mejor es dejar que el resto siga su camino, por eso prefiere estar solo, no por él sino por el grupo.

Ellos nunca quieren ser un estorbo (Istock)

El amor, el lazo más fuerte

La segunda teoría, y la más válida para muchos, se focaliza en la relación perro-amo. El peludito quiere lo mejor para su dueño, y consciente de que quizás no esté en sus mejores condiciones, no quiere ser un estorbo y por eso decide retirarse para estar solo.

Dos teorías muy diferentes, que a pesar de no estar demostradas científicamente, dejan clara una cosa, no hay animal más fiel que el perro, que hasta en sus últimos momentos, piensa en el bienestar de su amo.