Cómo educar a tu gato para bañarlo en casa
Gatos y baño nos suelen ser dos palabra que casen muy bien, la verdad. Quienes tienen felinos en casa seguro que saben lo complicado que puede llegar a ser conseguir asear a un minino y es por eso que hemos pensado escribir este post sobre cómo educar a tu gato para bañarlo en casa sin que parezca el fin del mundo…
Varias son las pautas que es importante seguir. Para empezar, es fundamental darles una ducha periódicamente desde que son pequeños, para que se vayan acostumbrando a ese ‘ritual’. Si lo intentamos cuando ya están en la etapa adulta probablemente resulte mucho más complejo conseguir bañarlos sin que se inunde el suelo de casa.
Otro punto fundamental a la hora de saber cómo educar a tu gato en esta actividad tan básica pero realmente importante si convivimos con animales en el hogar es hacerlo cuando esté tranquilo. Es decir, debes localizar esos momentos del día en los que está especialmente relajado para llevarlo a la zona de aseo. Justo después de que hayamos estado pasando un rato con ellos de manera pacífica o bien jugando con sus piezas favoritas, vas a encontrar uno de los momentos mejores para ello.
El siguiente paso es siempre llevarlo de manera relajada, nada de estrés ni nervios porque ellos lo van a notar. Deja que vaya olisqueando y familiarizándose con la zona del baño, que se acerque él al agua, puedes usar alguno de sus juguetes favoritos para que lo asocie a un momento agradable, etc. Ve tomándolo en brazos, hablándole con mucha calma y acercándolo a la bañera o el barreño donde vas a llevar a cabo su baño. Poco a poco, ¿eh? Nada de agitarse. Y las prisas déjalas para otro momento.
El agua es importante que esté tibia y para ir mojándolo no utilices el grifo de la ducha, pues tanto la fuerza como el ruido que hace el agua al caer pueden soliviantarlo. Ante todo, como te decíamos, es fundamental que haya un ambiente de calma y tranquilidad. A continuación ve frotándole por todo el cuerpo lentamente, despacito, a modo de masaje. Debe ir asociando la hora del baño con unos ratitos placenteros para él y para ti, por supuesto. Es fundamental qu ambos disfrutéis de ese ritual.
Al terminar y enjuagarlo bien, para lo cual te recomendamos usar una jarra con la que ir cubriéndolo y enjuagándolo con tranquilidad, toca secarlo con la toalla, despacio. Lo mejor es evitar el secador pero si en invierno lo necesitas, ponlo a la mínima potencia y a una distancia prudencial para que no le moleste. Primero lo enchufas y lo enciendes para que él se familiarice con el aparato y ya después ve secándolo paso a paso.
Finalmente, el refuerzo positivo. Dale una galleta o uno de sus snack favoritos. Debe asociar todo el ritual del baño a un momento placentero, nada estresante, y los nervios siempre fuera, ¿eh? Si ves las primeras veces que se pone muy ansioso y no lo pasa bien lo mejor es abortar la misión e intentarlo en otro momento.
Con estos trucos sobre cómo educar a tu gato para bañarlo en casa seguro que consigues tu objetivo.
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