¿Cómo dar un medicamento a un gato?
Cuando decidimos adoptar un animal, por ejemplo un gato, hay cosas que no siempre nos cuentan. Tampoco caemos en preguntarlas a quien debería saberlas por pura falta de costumbre. Y son cosas mucho más importantes de lo que parece porque cuando ocurran, es mejor llegar con la lección aprendida. De lo contrario, ¿cómo vas a medicar a tu gato cuando le toque?
Darle una medicina a un gato no es complicado, pero es importante no recurrir a métodos bruscos que puedan asustarlo o incluso hacerle daño. Dicho esto, aunque si le preguntas al veterinario te explicará con todo lujo de detalles cómo debes proceder, te vamos a dar unas nociones básicas para que puedas tener los deberes hechos. Más vale prevenir que curar.

Evita movimientos bruscos a la hora de medicar a tu mascota (Foto: iStock)
En primer lugar, mantener la calma es fundamental. Habla tranquilo al animal, en un tono sosegado y reposado, de manera que se calme y mantenga su atención en ti en la medida de lo posible. Puedes hacer cualquier truco que sepas que va a funcionar con tu gato, pero es imprescindible que se relaje. Cuando lo hayas conseguido, dependiendo de si la medicación es una pastilla o un jarabe, así tendrás que acometer la acción de dársela.
En el caso de que sea una pastilla, si se pueden triturar al ser una pastilla, esta es la mejor forma de que se la tome porque mezclada con su comida no la notará. En el caso de que sea una píldora, pregunta al especialista si puedes vaciar su contenido abriéndola para después mezclar la medicina con algún alimento húmedo.
En ambos casos es fundamental que el sabor de la medicina no se note, ya que si el gato detecta que la comida que tiene delante de él no sabe como debería, es posible que rechace tanto la medicina como el alimento. Y lo peor es que puede que tarde en volver a aceptar a este último.
En ningún caso se debe disolver en agua y, además, es recomendable esconderla entera la medicina, ya sea pastilla o píldora, porque el gato la encontrará, la escupirá y encima desconfiará de su dueño. Es preferible antes que esto dársela directamente desde la mano si el gato es tranquilo y está relajado. Para ello, haz palanca entre los colmillos y coloca la pastilla en la base de su lengua. Después, cierra su boca y ayúdale a que trague la medicina con un pequeño masaje en el cuello. Siempre de forma cariñosa, por favor, para que no se irrite ni altere en medio del proceso.

En ningún caso disuelvas la medicación en agua (Foto: iStock)
Hay veces en las que el medicamento recetado es un jarabe. Tal y como te explicará el veterinario que lo recomiende, se puede usar una jeringuilla sin aguja para introducir el líquido por el costado de la boca del animal. Esta tarea es más sencilla de llevar a cabo si el animal está en ayunas.
Por otro lado, se puede mezclar el jarabe en cuestión con comida, como por ejemplo un poco de paté. Los expertos, en caso de optar por esta vía, recomiendan no añadir el jarabe a la ración habitual de comida del gato para evitar que la rechace.
Tanto si el medicamento es sólido como si es líquido, en caso de que sea imposible que el gato se tome la medicina, deberás acudir al veterinario porque lo más importante es la salud del animal, de manera que no puede quedarse sin llevar a cabo su tratamiento.
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