A pesar de lo cruel que suena, existen personas que consideran que cortarles el rabo o las orejas a los perros es una manera de que sean más estéticos y bonitos. Generalmente lo hacen cuando son cachorros utilizando unas simples tijeras y una banda para frenar la sangre.

A veces ocurre que es necesario por alguna causa que el veterinario considera oportuna para mejorar la salud del can, pero por normal general, suele hacerse por motivos meramente estéticos. Sin embargo esa práctica es cada vez más repudiada, llegando a estar totalmente prohibida en algunos países.

De todas formas, existen ciertas razones que corroboran aún más lo innecesario de esta prática:

Dolor e infecciones

No es necesario someter al perro a un proceso tan doloroso (Unsplash)

Es bastante obvio que si le cortas alguna parte de su cuerpo a un ser vivo, éste se vea expuesto a mucho dolor en el proceso de cicatrizado y, si no se limpia adecuadamente, también puede contraer infecciones peligrosas.

Las personas que defienden esta horrible práctica, suelen argumentar que los perros no sienten dolor al no tener (según ellos) el sistema nervioso completamente desarrollado al ser cachorros, cosa que es mentira ya que pueden sentir lo mismo que un perro adulto.

La cola: una manera de expresarse

Para los perros, la cola se convierte en una parte del cuerpo con la que comunicarse. Expresan sus emociones con ellas y también sus límites en el caso de un encuentro agresivo. Al quitarles esta parte del cuerpo, se les quita una manera natural de comunicación y expresión.

Asimismo, la cola es una extensión de la columna vertebral y al cortársela puede que el perro tenga problemas para moverse en el futuro.

No mejora la salud

Las orejas y la cola son partes de la anatomía del perro (Unsplash)

Muchos defensores de esto indican que lo hacen por mejorar la salud del perro. FALSO, a no se que tenga el perro alguna condición por la que sea necesario este proceso, en ningún caso mejora la salud del perro. De hecho, puede empeorarla con infecciones y graves problemas derivados de esta mutilación. No es lo mismo que cortarles las uñas o el pelo, en este caso se eliminan elementos fundamentales en el cuerpo del perro que pertenecen a su anatomía y que tienen multitud de terminaciones nerviosas y conexiones.

En definitiva, es una práctica totalmente desaconsejable que no trae ningún beneficio al perro. Si vas a adoptar, en ningún caso deberás permitirlo.