Cómo un perro de asistencia puede ayudarte en un ataque de ansiedad
La relación entre los perros y las personas es compleja y sorprendente, e incluso muchas veces supera las barreras humanas llegando a límites insospechados. La sensibilidad de estos animales es tal, que en ocasiones son capaces de detectar cambios en el estado de ánimo y el humor, antes incluso que lo haríamos nosotros.
A raíz de un video que se ha viralizado en la red en donde se puede observar a una mujer en un aeropuerto sufriendo un ataque de ansiedad, se ve cómo su mascota, un perro de asistencia, intenta calmar sus nervios acercándose a ella y dándole cariño. Y es aquí cuando surge la pregunta. ¿Hasta que punto pueden estos perros ayudarte en una situación de este tipo?
Una ayuda necesaria
Los perros de asistencia están adiestrados para ayudar a las personas ya sea para desplazarse como para realizar algunas tareas cotidianas, pero en su proceso educativo también se incluye una parte destinada a los sentimientos y el estado de ánimo. Precisamente aprenden a ‘asistir’, consolar y calmar a una persona cuando la situación lo requiere, lo curioso es que este hecho no está muy difundido y resulta cuanto menos sorprendente.
De hecho, cada vez son más los perros que se utilizan para ayudar a personas con discapacidades mentales, terapias de grupo o para dar apoyo emocional. La pregunta es, ¿por qué un perro? ¿Puede funcionar mejor que una persona? La realidad es clara, la sensibilidad de nuestros peluditos es, en multitud de ocasiones, mucho mayor que la de las personas.
Además, la paciencia de los canes es otro de los puntos a su favor, superando con creces la de muchas personas. Incluso en las terapias con niños resultan efectivos, así lo avalan los estudios científicos, como el publicado por la revista ‘Plos One’, que pone de manifiesto la mejoría a nivel psicológico y fisiológico de los niños con terapia asistida con animales (TAA) mientras reciben quimioterapia.
En muchos países como Estados Unidos está muy extendida la labor de los perros para este tipo de requerimientos. ¿Cuánto tardará en extenderse al resto del mundo? Sólo el tiempo lo dirá
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