Seres vivos que pueden vivir eternamente
Para poder hablar de seres vivos que viven eternamente es necesario en primer lugar profundizar en la cuestión elemental: qué es exactamente vivir eternamente. Para ello, hay que retroceder a 1951, cuando Henrietta Lacks falleció víctima de un cáncer cervical a los 31 años.
Sin su consentimiento, el doctor George Gay tomó células neoplásicas y las cultivó en su laboratorio. Lo que observó entonces es que podía cultivarlas de forma indefinida, por lo que fue la primera vez que se identificaron “células inmortales humanas”. HeLa, como se llamó a la estirpe celular cultivada por el doctor Gay, se sigue utilizando en distintos ámbitos de la investigación científica hoy en día.
Este podría ser considerado por lo tanto un ser vivo que viviría eternamente. Pero hay más que se aproximan a lo que se conoce como inmortalidad biológica, un concepto que genera debate porque por mucha fortalezca que muestren las especies “inmortales”, podrían desaparecer a causa de factores incontrolables e inesperados: por ejemplo, una enfermedad o la aparición de un depredador. La naturaleza no es inmóvil, y eso hay que tenerlo en cuenta antes de hablar de especies que vivirán eternamente.
De todos modos, de haber candidatos, estos son los que parten en mejor posición para ello porque la vejez para ellos no es un factor de riesgo:

Hydra vulgaris, un animal familia de la medusa que no mide más de 20mm (Foto: iStock)
Hidra
Este animal emparentado con la medusa apenas llega a los veinte milímetros de tamaño, vive en aguas templadas y carece de cerebro pero puede llegar a superar los 1.400 años de edad. El motivo de tal longevidad es que son capaces de regenerar células viejas por nuevas. En total, utiliza tres poblaciones distintas de células madres para replicar todos los diversos tejidos que la conforman, y las tres comparten una proteína en común, FoxO, que según los expertos es clave contra el envejecimiento. Si este gen se desactiva, la hidra envejece.
Pino longevo
Es uno de los árboles milenarios que nos sirve como ejemplo para nombrar a todas las especies vegetales que son capaces de resistir durante milenios en buen estado de salud. Se encuentra en las altas montañas del suroeste de los Estados Unidos, es de mediano tamaño y es una de las tres especies de pinos de conos erizados.
Medusa inmortal
Dentro de las medusas hay especies muy longevas, tanto que se las considera biológicamente inmortales. Es el caso de la hidra, mencionada anteriormente, pero se trata de un clon mínimo, no de una medusa propiamente dicha. Algunos pólipos, los menos, sí dan lugar a especies de medusas que se convierten en adultos y producen espermatozoides y óvulos. La mayoría de las medusas dan marcha atrás en su desarrollo pero en la edad adulta ya no pueden hacerlo… excepto en el caso de la medusa inmortal, que incluso cuando es un adulto maduro sexualmente puede volver a ser pólipo. De ahí su longevidad.
Langosta americana
El secreto de la langosta americana para ser un animal etiquetado con el sello de la inmortalidad biológica es su enorme capacidad para regenerarse en edad muy avanzada. Utilizan una enzima llamada telomerasa que los alarga, y eso les lleva a poder vivir alrededor de 140 años.
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