Mi perro no quiere salir a la calle: ¿es normal?
Puede ocurrir que un perro no quiera salir a la calle. Esto es más habitual de lo que parece, y en todos los casos hay un motivo que provoca este rechazo al exterior en el animal, y es fundamental detectarlo para intentar ponerle remedio.
Para ello, es fundamental observar su conducta y tener en cuenta variables que pueden tener que ver en esa negativa constante a salir fuera. Dentro de este abanico de posibilidades entran la edad, la salud, y también las malas experiencias previas que hayan podido causarle un trauma. Estos tres son los principales motivos por los que un perro no querrá salir de casa.

El miedo a lo desconocido es muy habitual en cachorros (Foto: iStock)
El primer factor es importante porque si es un cachorro, la causa puede ser el miedo a lo desconocido. No está acostumbrado a la calle y eso le hace rechazarla. Pero también puede deberse a todo lo contrario: su avanzada edad le hace estar dubitativo ante un entorno que no domina tanto como la casa, o puede estar ya muy cansado o debilitado a nivel de salud, lo cual le hace preferir la seguridad del hogar. Por ejemplo, pasa si un perro no ve bien o ha perdido oído.
Sobre el segundo factor, más allá de estos apuntes relacionados con la vejez, hay que tener en cuenta si el animal no anda bien, está apático, no tiene apetito o se queja con su actitud y sus gestos de que algo no marcha como debería en su cuerpo, porque esto puede indicar que no es que le tenga rechazo al exterior, sino que tiene dolores y se acentúan al moverse.
Y, por último, en lo que tiene que ver con los traumas, de no haber detectado in situ la situación que lo haya podido ocasionar, la clave es observar su comportamiento al invitarle a salir. Si hay pánico, miedo, estrés, verdadero rechazo en definitiva, es probable que haya tenido una muy mala experiencia reciente fuera de casa el animal y por eso no quiera volver a salir.
Como ves, hay varias causas que pueden acarrear que un perro no quiera salir de casa, es decir, que sí es relativamente normal que ocurra. Es prioritario identificar el motivo porque en base a este se podrán tomar las medidas oportunas, que son distintas en cada una de las situaciones descritas.

Trata de ayudar a tu perro a superar sus temores (Foto: iStock)
Cómo solucionar el problema
Si es un cachorro, hay que acompañarle al mismo tiempo que se le deja actuar con autonomía, sin forzarle, para que descubra poco a poco el mundo exterior. No vale de nada forzarle a ir más allá porque es posible que le genere más rechazo. En cambio, poco a poco, estando cada vez un poquito más tiempo y llegando más lejos durante los paseos, es cuestión de tiempo que el animal se deje llevar por la curiosidad y por su instinto y pierda el miedo. Puede ser interesante, si tienes la opción, que un perro adulto con el que se lleve bien, haga las veces de guía en estos casos.
Si el motivo tiene que ver con la salud o al menos lo parece, la decisión es inmediata: acudir al especialista porque solo este podrá diagnosticar el problema y recomendar el tratamiento adecuado que ponga fin a los males del perro.
Y si el animal es mayor y no hay problema de salud de por medio que se pueda tratar clínicamente, la clave es adaptarte a su ritmo y no al contrario. Y también que los paseos sean cortos, sin exceder la media hora, aproximadamente. Además, es aconsejable llevarle siempre a sitios que conozca muy bien para que se oriente y se sienta cómodo y tranquilo en el exterior. Llévale siempre contigo salvo que el espacio permita que esté solo y el perro quiera, y no les des tirones, proporciónale confort y tranquilidad.
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