Dogga: La nueva moda para relajarte con tu mascota

8 junio, 2018 - Maria Aguirre

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Es posible que sin saber que ya tiene un nombre hayas practicado alguna vez yoga con la compañía de tu perro. Nadie duda hoy en día de los beneficios de esta práctica deportiva, y los amantes de las mascotas se animan en muchas ocasiones a dejar que sus perros formen parte de las sesiones. Tanto es así, que la suma del yoga más los perros se ha bautizado como dogga, nuevo término de moda, que no es otra cosa que una forma de relajarte junto a tu perro.

E dogga no consiste solamente en que se relaje el ser humano, sino que trata de conseguir que el perro también lo haga. Es decir, busca el beneficio mutuo. Está demostrado que un perro tranquilo, relajado, es un perro más sociable y por lo tanto más feliz. El dogga es una gran manera de adecuarle a las caricias, a las rutinas tranquilas e incluso a estar junto a otros perros porque es perfectamente compatible practicar dogga junto a otros animales y sus dueños. Todo ello, por supuesto, lleva añadida la dosis de la diversión y de la conexión entre dueño y perro que se dedican un tiempo exclusivo el uno al otro, fomentando su vínculo.


Lo cierto es que quienes practican el dogga hablan maravillas de él porque han conseguido que sus animales dejen de sufrir el estrés al que les somete en muchas ocasiones la vida de su dueño. En Estados Unidos, donde fue bautizado como no podía ser de otro modo por el gusto de los norteamericanos a ponerle nombre a todo, es una práctica cada vez más habitual, y en España sus seguidores están consiguiendo extenderla cada vez más rápido.

Si te preguntas cómo es una sesión de dogga, éstas comienzan con estiramientos y masajes suaves de manera que dueño y perro puedan conectar. A continuación, se van realizando diferentes posturas de inspiración en el yoga pero adaptadas a esta versión canina, siendo protagonista el animal en algunas y en otras la persona. Los ejercicios, evidentemente, son básicos, por lo que cualquier persona y perro pueden probarlo por primera vez.

Por último, como suele ser habitual en yoga, la parte final de la clase se dedica a la relajación, que en el caso del dogga consiste en cerrar los ojos y acariciar al animal mientras escucháis la música.

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