El peligro de dejar solos en casa a dos perros dominantes
Los perros, al igual que las personas, tienen una personalidad muy marcada, con las consecuencias que eso conlleva. Tu fiel amigo puede ser más dócil o tener más carácter, pero si hay algo con lo que debes estar atento, es la manera en la que convivir con una mascota de carácter dominante.
Dependiendo de la raza o de si es macho o hembra, encontraremos ejemplares con más o menos tendencia, poco importa su tamaño o si se enfrentan a un ‘adversario’ más grande, lo cierto es, que si tu perro tiene un espíritu dominante, lo será con todos. Por ejemplo, los pomeranias o los yorkshires, a pesar de sus reducidas dimensiones, son algunas de las que más carácter tienen, y ‘a priori’ nadie lo diría, ¿verdad?

Antes de dejarlos solos, vigila cómo se comportan cuando creen que nadie los mira (Istock)
Cómo lograr que los perros dominantes convivan
En el caso de que tengas varios perros en casa, y todos con tendencias dominantes, debes estar muy atento a su convivencia, sobre todo cuando tú no estás, por eso, te damos una serie de consejos para que hagas frente a ese problema y podáis vivir de la forma más pacífica en el hogar.
Que los perros sean dominantes no quiere decir que se lleven mal, simplemente que cada uno quiere su espacio propio en el que mandar y establecer sus normas. Por eso, si tienes más de uno, es muy importante que les dejes zonas diferenciadas de la casa desde que son muy pequeños, para que cada uno entienda cuál es su lugar. Eso sí, tendrás que enseñarles que, si se encuentran en la zona del otro, no deben ponerse agresivos ni mostrar su carácter. ¿Cómo? Con paciencia, disciplina, y castigos cuando sea necesario.

Dales el mismo cariño ambos para que no tengan celos (Istock)
Cuando te vayas de casa, sobre todo al principio, lo mejor es que les muestres a cada uno su territorio y que seas equitativo con el cariño que les das, porque muchas veces este comportamiento se debe a que quieren llamar tu atención.
Déjalos entretenidos con una chuche en las primeras fases, y después juega con los dos en ambas zonas (tanto la de una como la del otro) para que entiendan que tienen que aprender a convivir en casa. Si no te quedas tranquilo entonces lo mejor será que delimites la zona de cada uno con una vaya o puerta para que no puedan entrar en la del otro.
Las clave, como en cualquier tipo de adiestramiento, está en no desistir a la primera.
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