Cuánto cuesta mantener un perro
Se habla mucho y con toda la razón de que no hay nada como el amor incondicional de un perro: su companía, sus caricias, los paseos junto a él, su pasión por los más pequeños de la casa, etc. Se dice que todo esto bien merece el esfuerzo económico que supone mantenerlos y darles la calidad de vida que merecen. Y es verdad. Sin duda alguna merece la pena. Pero no por ello hay que olvidarse de lo económico, porque es un factor importante para saber si se puede afrontar una adopción de una mascota así.
El coste de mantener un perro varía bastante en función de la raza o del tamaño, y por supuesto de su salud, pero se puede estimar en unos 350 euros anuales el gasto medio para cubrir las necesidades básicas de un perro estándar, de tamaño medio. De ahí, puede variar la cifra muy poco hacia abajo y se puede disparar por lo alto dependiendo de cada familia y cada animal.
Lo más caro de afrontar y lo más difícil son los gastos iniciales. Un perro necesita una inversión notable cuando es adoptado. El microchip obligatorio ronda los 40-50 euros, una correa y el collar otros 40 euros aproximadamente teniendo en cuenta que de vez en cuando deben sustituirse, los comederos y bebederos suelen costar 30 euros, aunque en este caso lo importante es que sean de acero inoxidable, y la consulta al veterinario con las revisiones iniciales pertinentes no serán menos de 50 euros más. Como se aprecia del resultado de la suma, en el primer año del perro se cubre buena parte del gasto medio anual al adoptarlo.
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Pero estos gastos son una sola vez, al comienzo de la aventura. Lo normal es que después haya que afrontar esos gastos medios ya citados de 350 euros. Dos son las partidas que se llevan la gran parte de éstos: la comida, que suele rondar los 50 euros el kilo, aunque depende de la calidad puede variar mucho, y los gastos médicos anuales, incluyendo vacunas. Ambos son prioritarios para que el animal desarrolle una vida saludable.
El resto de costes que completan el presupuesto anual son las desparasitaciones, la higiene y peluquería, que de nuevo dependerá del animal y sobre todo del dueño, y los juguetes o accesorios que quieras comprarle.
Por último, hay una serie de gastos extras que varían mucho dependiendo de las circunstancias familiares. Uno de ellos son los seguros caninos y el otro el gasto en un hogar para el animal en vacaciones o incluso en que le puedan sacar a pasear durante el día en caso de pasar mucho tiempo solo. Todo esto evidentemente no es primera necesidad, por lo que debe dejarse para un segundo plano, priorizando fundamentalmente la alimentación, el veterinario y la higiene del animal.
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*Precios actualizados a 6 de febrero de 2019
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