Jane Goodall, referente mundial en el estudio de los chimpancés y figura clave en la lucha por los derechos de los animales, ha fallecido a los 91 años en California por causas naturales. Así lo ha comunicado el Instituto Jane Goodall, confirmando el legado de una vida dedicada a la observación, protección y comprensión de nuestros parientes más cercanos en la naturaleza.

Una vida marcada por la pasión hacia los chimpancés

Desde muy joven, Goodall mostró un interés especial por los animales. Nacida en Londres en 1934, siempre recordaba con cariño cómo le regalaron en su segundo cumpleaños a Jubilee, un chimpancé de peluche que, de algún modo, marcó el inicio de su fascinación por los primates. Aunque sus estudios iniciales se centraron en secretariado, su vocación pronto la llevaría a África, cambiando el rumbo de su vida para siempre.

El encuentro con Louis Leakey y el salto a África

Con apenas 23 años, Goodall viajó a Kenia, donde conoció al antropólogo Louis Leakey. Este encuentro fue decisivo: Leakey, convencido de que el estudio de los chimpancés podía ofrecer pistas sobre la evolución humana, invitó a Jane a unirse a sus investigaciones en la garganta de Olduvai. Poco después, en 1960, la envió al Parque Nacional de Gombe, en Tanzania, para estudiar a los chimpancés en libertad.

Hallazgos que cambiaron la percepción de los primates

El trabajo de Jane Goodall en Gombe resultó revolucionario. Fue la primera en documentar el uso de herramientas por parte de los chimpancés: observó cómo empleaban palitos para extraer termitas de los nidos, lo que supuso un giro radical en la visión que hasta entonces se tenía de los animales y su inteligencia. Además, descubrió que los chimpancés cazan pequeños animales, utilizan plantas con fines medicinales y son capaces de transmitir conocimientos de generación en generación.

Estos descubrimientos forzaron a la comunidad científica a replantearse muchas definiciones. Incluso su mentor, Leakey, reconoció que habría que revisar conceptos como «hombre» y «herramienta», incluyendo a los chimpancés dentro de una visión más amplia y compleja de la naturaleza.

Más allá de la ciencia: una defensora incansable

La aportación de Goodall no se limitó a la observación científica. Su empatía y dedicación hacia los chimpancés la llevaron a implicarse activamente en la defensa de su hábitat y sus derechos. Fundó el Instituto Jane Goodall en 1977, impulsando proyectos de conservación y sensibilización medioambiental en numerosas regiones del mundo.

Goodall también fue una firme defensora de la educación ambiental, convencida de que para proteger a los animales era necesario concienciar a las nuevas generaciones. Su libro ‘En la senda del hombre’ (1971) sigue siendo una referencia en la literatura científica y divulgativa.

Reconocimientos y premios a una trayectoria ejemplar

El trabajo de Jane Goodall ha sido reconocido internacionalmente con más de veinte doctorados honoris causa y múltiples galardones. Entre ellos, destacan la Medalla de Tanzania, el título de Comandante de la Orden del Imperio Británico, la medalla Hubbard de la National Geographic Society, el Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica de 2003, y el Premio Internacional de Catalunya de 2015.

En 2002 fue nombrada Embajadora de Paz de Naciones Unidas, y más recientemente recibió el Premio Templeton en 2021 y la medalla Stephen Hawking a la comunicación científica en 2022. Estos reconocimientos subrayan no solo su labor científica, sino también su compromiso social y ambiental.

De la ciencia a la cultura popular

El impacto de Jane Goodall ha trascendido el ámbito de la investigación. Su figura ha inspirado documentales, libros y hasta una serie infantil en Apple TV, ‘Jane’, que narra las aventuras de una niña acompañada por un chimpancé. Gracias a su trabajo, la sociedad tiene hoy una visión más humana y respetuosa de los animales y la naturaleza.

Goodall, incansable incluso en sus últimos años, seguía viajando y dando conferencias para concienciar sobre la importancia de conservar la biodiversidad y proteger a los animales. Su capacidad para transmitir pasión y compromiso ha dejado huella en millones de personas alrededor del mundo.