Las mudanzas pueden ser una experiencia complicada para cualquier persona, pero cuando tienes un gato en casa, la situación puede volverse aún más delicada. Los gatos son animales de rutinas y suelen ser muy sensibles a los cambios en su entorno. Por eso, es fundamental saber cómo ayudarles para que la mudanza no se convierta en una fuente de estrés. A lo largo de este artículo te damos los mejores consejos para que tu felino se sienta seguro y tranquilo en todo momento.

Por qué los gatos se estresan durante una mudanza

Antes de entrar en materia, es importante entender por qué los gatos pueden pasarlo mal durante una mudanza. Estos animales son muy territoriales y perciben su hogar como un lugar seguro. Cuando ven cajas, muebles moviéndose y sienten el ajetreo, pueden sentirse inseguros y desconcertados. Además, los olores, ruidos desconocidos y la llegada a un nuevo espacio pueden aumentar su ansiedad.

Señales de estrés en gatos

Detectar el estrés en tu gato es esencial para poder actuar a tiempo. Algunos síntomas habituales son:

  • Esconderse más de lo normal
  • Maullar o vocalizar de manera excesiva
  • Disminución del apetito
  • Agresividad o irritabilidad
  • Marcaje con orina o arañazos
  • Comportamientos compulsivos como el lamido excesivo

Si notas alguna de estas señales, es momento de tomar medidas para ayudar a tu compañero peludo.

Preparativos antes de la mudanza

La clave para evitar el estrés en los gatos durante una mudanza está en la planificación. Aquí tienes algunas acciones que puedes llevar a cabo antes de que llegue el gran día:

Prepara una zona segura

Reserva una habitación tranquila donde tu gato pueda estar alejado del bullicio de las cajas y el movimiento de muebles. Coloca en ella su cama, arenero, comedero, bebedero y sus juguetes favoritos. Esto le dará seguridad y le permitirá tener un refugio mientras preparas todo.

Acostúmbrale al transportín

Muchos gatos relacionan el transportín con experiencias negativas. Para evitarlo, déjalo abierto en casa unos días antes, coloca dentro alguna manta y premios para que lo explore y lo asocie a algo positivo. Así, el día de la mudanza no será una sorpresa desagradable.

Mantén la rutina diaria

Intenta que los horarios de comida, juego y descanso de tu gato sigan siendo los mismos durante los días previos. La rutina es un apoyo fundamental para reducir su ansiedad.

Durante la mudanza: cómo actuar

El día de la mudanza puede ser especialmente estresante para tu gato. Te contamos cómo manejar la situación para que la transición sea lo más suave posible:

Aíslale en un lugar tranquilo

Antes de empezar a mover cajas y muebles, coloca a tu gato en la habitación segura que has preparado. Cierra la puerta y avisa a familiares y profesionales de la mudanza para que nadie la abra accidentalmente. Su tranquilidad es lo primero.

Usa feromonas sintéticas

Las feromonas sintéticas en difusor o spray pueden ayudar a que tu gato se sienta más relajado. Puedes utilizarlas tanto en la habitación donde esté durante la mudanza como en el transportín y en el nuevo hogar, para que el cambio no resulte tan brusco.

Evita el contacto con ruidos fuertes

Los ruidos de la mudanza pueden poner muy nervioso a tu gato. Si es posible, mantén la música suave o incluso utiliza un ruido blanco para amortiguar los sonidos externos.

Llegada al nuevo hogar

Una vez en la nueva casa, es normal que tu gato esté desorientado y quiera esconderse. Tómate tu tiempo y sigue estos pasos para facilitarle la adaptación:

Prepara una nueva zona segura

Antes de soltar a tu gato, asegúrate de que hay una habitación lista con todos sus objetos: cama, arenero, comida, agua y rascador. Déjale explorar este espacio a su ritmo y permite que se esconda si lo necesita. Poco a poco irá ganando confianza y saldrá a conocer el resto de la casa.

Mantén los objetos familiares

No laves sus mantas ni cambies su arenero por uno nuevo durante los primeros días. Los olores conocidos le ayudarán a sentirse más seguro en el nuevo entorno.

Introduce el resto de la casa poco a poco

Cuando veas que tu gato está más tranquilo, puedes ir abriendo puertas y permitirle explorar otras habitaciones. No le fuerces, deja que lo haga a su propio ritmo.

Recomendaciones extra para una mudanza tranquila

  • Si tu gato es especialmente nervioso, consulta con tu veterinario antes de la mudanza. Puede recomendarte algún suplemento natural para calmarle.
  • Evita alimentar a tu gato justo antes de viajar para prevenir mareos o vómitos.
  • Habla con voz suave y tranquilizadora durante todo el proceso. Tu tono le transmitirá calma y seguridad.
  • Recuerda actualizar sus datos en el chip o la placa identificativa en caso de que se pierda durante el traslado.

Mudaros juntos no tiene por qué ser una experiencia traumática para tu gato si sigues estos consejos y mantienes la paciencia. Con cariño, rutinas y preparación, tu felino se adaptará a su nuevo hogar y pronto volverá a sentirse como en casa.