¿Es cierto que los gatos sudan?
Es muy frecuente que hayas oído alguna vez eso de que los gatos no sudan. Nada más lejos de la realidad, aunque no lo hagan de forma tan intensa como los perros o los humanos estos mininos tienen glándulas sudoríparas en su cuerpo y por lo tanto producen sudor como mecanismo para refrescarse.
Lugares clave para reducir la temperatura
El gato posee glándulas sudoríparas en la boca, la barbilla, las almohadillas de las patas y el ano pero no las ponen en funcionamiento a no ser que la temperatura exterior sobrepase los cincuenta grados, de ahí el origen de la creencia popular de que los gatos no sudan.
El lamido, la primera alternativa
Estos peluditos poseen otros mecanismos para refrescarse como por ejemplo la lengua y la respiración. Cuando el gato tiene calor lo primero que hace es lamerse con el fin de refrescarse, cuando la saliva se evapora ayuda al minino a que descienda su temperatura corporal.
El jadeo, otro mecanismo para refrescarse
Si la temperatura exterior aumenta y tu gato empieza a jadear también se está intentando reducir la cantidad de calor, por eso tendrás que estar muy atento, si jadea es señal de que no lo está pasando nada bien y puede sufrir un golpe de calor. ¿Cómo funciona el mecanismo del jadeo? Cuando el gato jadea el tórax interior expulsa el calor por las mucosas de la garganta. De este modo en la exhalación el felino aprovecha el vapor producido para refrescarse.
El sudor del gato, la última opción
Como último recurso el gato suda. Si la temperatura exterior es más elevada y supera los cincuenta grados es en ese momento cuando el animal pone en marcha su última alternativa para liberar el calor de su cuerpo, así que si te preguntan, ya puedes responder que los gatos sudan.
Dejar un comentario