Qué hacer si se muere tu perro en casa
Para todo aquel que tenga un perro, los sentimientos hacia el animal superan muchas veces los que se sienten hacia muchos humanos cercanos. Aunque este razonamiento pueda parecer exagerado cualquiera que tenga un amigo peludo en casa lo entenderá, pues el amor incondicional y la fidelidad que nos brindan, pocas veces se puede equiparar a la de las personas. Para un perro su amo lo es todo, y como buen dueño debes conocer los pormenores de los aspectos de la vida de tu mascota.
Por desgracia, es ley de vida que un perro viva menos años que su amo, y aunque no te guste y te sientas triste, debes estar preparado, o al menos conocer lo que tienes que hacer si tu fiel amigo fallece en casa.
Cuando muere un perro, es normal que pasemos un proceso de duelo similar al que podemos vivir cuando se muere un ser querido. Si tu mascota ha fallecido en casa y no te ves capaz de abordar tú solo la situación no dudes en llamar a un amigo para que te ayude, es normal que la mezcla de sentimientos te supere.
Pasos a seguir
Lo primero que tienes que hacer si se muere tu perro en casa es hablar con el registro de identificación de la mascota para informar de su fallecimiento para que den de baja el microchip de su base de datos.
A la hora de llevarnos el cuerpo de casa podemos hacer varias cosas:
- Si ha sucedido en un horario ‘normal’ llama a tu veterinario para que te ponga en contacto con una funeraria de perros, ya sea para enterrarlo como para incinerarlo. Él sabrá mejor que nadie los pasos que tienes que seguir. Si sucede a lo largo de la noche o en un día de fiesta puedes contactar con un crematorio de mascotas que esté abierto 24 horas.
- En ambos casos, durante unas horas tendrás que estar con el cadáver del animal en casa, y los perros comienzan el proceso de descomposición muy pronto, así que es importante que aísles el cuerpo antes de que empiece a desprender olor (y tú lo pases peor.
Con el ‘rigor mortis’, los músculos del animal se pondrán rígidos y como consecuencia expulsará los fluidos de su interior, así que limpia su boca, ojos y genitales para que no se ensucie. Envuélvelo en una sábana y a continuación mételo en una bolsa de plástico -o de basura si es muy grande y es necesario- y ciérrala muy bien. Lo ideal sería meter dicha bolsa en la nevera, pero entendemos que no es agradable meter ahí a tu fiel amigo así que hasta que lleguen los servicios de la funeraria mantén el cuerpo en la zona más fresca de la casa.
Si lo entierras por tu cuenta
Si vas a enterrar a tu peludito por tu cuenta, debes poner el cuerpo en una caja de madera o cartón, eliminar los restos biodegradables (plástico) y hacer una fosa que tenga como mínimo un metro de profundidad. En España hay multitud de cementerios caninos en los que tu mascota podrá tener el descanso que se merece, no dudes en consultar con tu veterinario.
Desde Yo Amo a las Mascotas recomendamos que desde un primer momento se contacte con una funeraria canina, pues el proceso de tratar con tu mascota en estas condiciones puede resultar bastante duro y traumático.
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