¿Quién dijo que los perros no nadaban? (Istock)

3. Nadar

Hay perros a los que le gusta más el agua que a otros. En verano bañar a tu mascota, además de refrescarla, supone un ejercicio cardiovascular perfecto. Sitúate cerca del bordillo y aléjate varios metros de tu perro para que vaya nadando hacia ti, repítelo sucesivamente y aléjate cada vez un poco más, así la distancia entre vosotros será mayor y podrá nadar más. ¡Lo pasaréis en grande!